La expulsion de los moriscos, unos 500,000, de los distintos reinos de la monarquia hispanica se efecto entre 1609 y 1616 por orden de Felipe III para que todos estos reinos quedasen puros con la Cristiandad. La mitad de los moriscos expulsados, es decir, 250,000 almas vivian en la Corona de Aragon, y esta cifra era en realidad equivalente a 21 por ciento de la poblacion total de la Corona, y 70 por ciento de estos expulsados fueron los que vivian en el reino de Valencia. Las perdidas demograficas hicieron sentir profundamente sus efectos sobre la economia de Valencia, que figuraba como la region mas florida de Espana, porque los moriscos cumplian sus cargos importantisimos en la vida economia del reino de Valencia. Las consequencias de la expulsion de moriscos, labradores en su mayor parte, trajeron un problema muy grande: el referente a los prestamos hipotecarios-censos o censales. Generalmente los fondos de la burguesia se habian invertido en la agricultura, pero los pequenos cultivadores, al no poder pagar los crecidos intereses del dinero que se les babia prestado sobre sus fincas, se vieron obligados a cederlas a sus acreedores, los cuales, de suyo, incapaces de cultivarlas, las dejaron yermas. Al no tener rentas de censales, la burguesia acabo por consumir las ahorros que tenian depositados en la Taula de Canvi de la ciudad, lo que motivo la causa principal de la quiebra del mismo banco en 1613. Por otra parte, una repoblacion insuficiente y una peor politica agricola del Trono no podian hacer mas que la ruina de las clases burguesas valencianas quedasen dennitivas con la inflacion y concentracion parcelada. La expulsion de los moriscos, que comenzo afectando a la economia agricola, dejo sentir sus efectos inmediatos sobre la economia feudal, para repercutir, finalmente, sobre la economia burguesa, esto es, acreedora en la estructura economica.